Al que no le ponga los pelos de punta la crisis nuclear en el Japón, sencillamente no comprende las dimensiones de la catástrofe en curso. Mientras que EUA el público sigue hipnotizado los intentos desesperados de las autoridades japonesas por controlar la situación en la planta de Fukushima, la atención ha comenzado a centrarse en las posibilidades de que en esta nación pase algo por el estilo.

Reporta el Washington Post que el presidente Barack Obama ha tomado la “poco común” medida de ordenar de la Nuclear Regulatory Commission un análisis de las centrales nucleares de EUA.

“Al ver una crisis como la del Japón, tenemos la responsabilidad de aprender de este evento para extraer las lecciones que garanticen la seguridad de nuestra gente”, dijo el jueves Obama al solicitar comisión que una “revisión exhaustiva” de 104 reactores nucleares en EUA, que producen el 20 por ciento de la electricidad del país. Varias de ellas usan el mismo tipo de diseño que los que han fallado en el Japón. Las centrales en California, están uubicadas en territorio de gran actividad sísmica por la falla de San Andrés, son causa de alarma particular.

El presidente Obama también dijo que no hasta el momento la radiactividad que se ha fugado no presenta ningún peligro para EUA.

Artículo en inglés

Foto cortesía de topato via flickr