En General Electric se deben estar relamiendo de la alegría en este año de ganancias extraordinarias: US$14.2 mil millones a nivel global, de los cuales US$5.1 mil millones se obtuvieron en los EUA. Pero además, y esto es lo que les debe hacer carcajearse aún más, no solo no tuvieron que pagar ni un centavo en impuestos, sino que el gobierno de EUA les ha concedido créditos por US$3.2 mil millones.

Explica David Kocieniewski en el New York Times que el secreto para la multinacional fue usar cuentas en terceros países (off shore), combinado con un cabildeo agresivo para obtener descuentos de impuestos. En la última década, indica, GE gastó US$200 en actividades de cabildeo.

Cuenta una anecdota según la cual en un momento cuando se acercaba el vencimiento de un generoso descuento, medio en chiste pero muy en serio, el jefe del departamento de impuestos de la compañía se arrodilló y pidió una extensión ante el Representante Charles Rangel, en aquellos días presidente de un comité congresional que trataba el asunto. Entre chiste y chanza obtuvo la extensión, que trajo a New York una contribución para las escuelas y mayores ganancias para la compañía.

Agrega que GE es un caso extremo que ilustra la tendencia por parte del sector corporativo de reducir su contribución a las arcas nacionales: del 30% de la recaudación total de impuestos durante la década del 50 al 6.6. por ciento en la actualidad.

Desdel el 2002, GE ha reducido por la quinta parte su fuerza laboral en Estados Unidos, indica.

Como dice el lema de la compañía: Imaginación trabajando.

Artículo en inglés