Alvaro UribeTemible y todo poderoso hace una década, el expresidente colombiano enfrenta una serie de procesos judiciales que, de fallarle la suerte, le podrían privar de su libertad por muchos años.

El hombre a quien a lo largo de tres décadas sus enemigos políticos han acusado de vínculos directos con el narco, el paramilitarismo, la corrupción de la justicia, y lo que en Colombia se conoció como “los falsos positivos” — jóvenes asesinados por el ejército y clasificados como guerrilleros muertos en combate, hoy tuvo la triste distinción de ser el primer presidente en la historia de Colombia de ser citado a indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia.

Fue una oportunidad para los partidarios del expresidente, actual senador y caudillo del partido Centro Democrático, para mostrar su solidadaridad con el anticomunista derechista de puño firme que, según ellos, salvó al país del Castro-Chavismo, nefasto movimiento que intenta tomarse el poder para imponer la miseria, represión y corrupción que se vive en Cuba y Venezuela.

Pero para los colombianos que creen que el único paso hacia la superación del odio es apoyando el proceso de paz que le ganó un Premio Nobel al ex presidente Juan Manuel Santos, que es necesario imponer modelos sociales y económicos más equitativos, que fomenten la educación, busquen soluciones a los problemas del campo y la falta de tierra, protejan el medio ambiente y respeten los derechos humanos, para ellos fue una oportunidad de ver caído y derrotado por lo menos moralmente a quien ante ellos encarnara el terror de décadas pasadas.

Recogemos una extensa nota de la BBC sobre el proceso: 

Lo único que está asegurado es la polémica y la división.

Este martes, el expresidente colombiano Álvaro Uribe se convirtió en el primer exmandatario de ese país en rendir una indagatoria (declaración judicial) ante la Corte Suprema de Justicia por una investigación criminal que se sigue en su contra por presunto fraude procesal y compra de testigos.

Uno de los posibles resultados al final de la indagatoria por parte de los magistrados es que decidan acusar formalmente a Uribe e incluso ordenen su detenciónpreventiva.

De ser llevado a juicio y encontrado culpable, podría enfrentarse a una pena de entre seis y ocho años de cárcel.

Los magistrados después de la declaración de este martes, también podrían archivar la investigación.