El que diga que no lo ha imaginado en alguna ocasión, no está diciendo la verdad. Recuerde la fantasía: un pariente que le deja una herencia gracias a la cual no tendrá que preocuparse más.
Es una especie de lotería premiada — de la suerte y de la vida.
Eso exactamente fue lo que le pasó a Max Melitzer, que vive en Utah, EUA.
Dice la Associated Press que un investigador privado buscó y encontró al afortunado mientras “empujaba un carrito de supermercado con sus posesiones personales en un parque de Salt Lake City”.
Le dió las buenas noticias: “Ha heredado mucho dinero”.
Agrega la AP que el investigador venía buscandolo por más de dos meses. Dice que el hermano de Melitzer había muerto el año pasado, dejándole en su testamento una suma “sustancial” de dinero.
¿Cuánto es, pregunta la curiosidad? No dijeron. Baste señalar que, “No tendrá que vivir más en las calles o en casetas de almacenaje abandonadas. Podrá tener una vida normal, con su casa, cumplir sus necesidades, comprar ropa, comida, cuidado de salud”.
Los familiares de Melitzer, agrega la AP, contrataron al investigador mediante un bufete de abogados de New York. Piensan reunirse con Melitzer próximamente pero desean permanecer en el anonimato.
