Muestra de que el gobierno afgano no ofrece seguridad, en ElMolinoonline.comEl asesinato el 12 de julio de Ahmad Wali Karzai, medio hermano del presidente de Afganistán Hamid Karzai, es un enorme golpe propagandístico para los talibanes, escribe en el analista sobre Asia Arvind Ramakrishnan en The Telegraph.

No importa quien haya cometido el crimen (informes iniciales culpan a un guardaespaldas descontento), los talibanes usarán el asesinato con fines propagandísticos y debilitará aún más al frágil gobierno de Karzai que sufre de una falta de confianza generalizada por parte del público, agrega.

Dice, que el ultimado era uno de dos personajes claves del gobierno en la provincia de Kandahar, y como tal andaba bajo amenazas de asesinato. El otro es el jefe de la policía, el General de Brigada Abdul Razik.

El mensaje del asesinato es claro, dice. “Bajo el actual presidente Karzai el estado es incapaz de proporcionar seguridad, incluso para sus propios líderes. Ello dificultará aún más la labor de la OTAN de convencer a la población local de apoyar las fuerzas del gobierno a medida que ISAF (Fuerzas Internacionales de Asistencia de Seguridad) comienza a transferir responsabilidad por la seguridad a los afganos”.

Su muerte, agrega, tendrá un impacto comercial en una serie de empresas de seguridad, administración de riesgos, todas vinculadas a la presencia militar de la ISAF en el área.

“Se le recordará”, agrega, “por el extenso imperio de narcóticos que manejaba desde Kandahar, bajo los auspicios del gobierno provisional”. Es poco probable que su muerte afecte el funcionamiento de las redes de traficantes, dice.

Artículo en inglés

Foto cortesía isaf via flickr