605px-Hawk_eyePara los incautos que creen que en sus cuentas de GMail pueden discutir sus asuntos privados, esta nota que publica John M. Simpson en Consumer Watchdog podría ser un baldado de realidad.

Si usted confía sus datos a un tercero no tiene por qué esperar que dicha parte no toque su información.

Esto dicen los abogados de Google en respuesta a una demanda de acción colectiva en contra de la práctica de la compañía de leer los correos para determinar qué tipo de anuncios colocar dentro del contenido del mensaje.

La demanda se entabló bajo sello, dado que detalla muchas de las prácticas comerciales de Google sobre cómo manipula el correo. Una versión altamente redactada está disponible aquí.  

Así como a remitente de una carta a un compañero de trabajo no debe sorprender que el ayudante del destinatario abra la carta, las personas que utilizan el correo electrónico basado en la web hoy en día no pueden sorprenderse si sus comunicaciones son procesadas por el proveedor de ECS del destinatario en el transcurso de la entrega. En efecto, “una persona no tiene expectativa legítima de privacidad de la información que voluntariamente entregue a terceros”. Smith v Maryland, 442 U.S. 735, 743-44 (1979). En particular, la Corte señaló que las personas que se comunican a través de un servicio prestado por un intermediario (en el caso de Smith, una llamada enrutada a través de una compañía telefónica) deben necesariamente esperar que la comunicación estará sujeta a los sistemas del intermediario. Por ejemplo, el Tribunal explicó que al usar el teléfono, una persona “voluntariamente transmite información numérica a la compañía telefónica y ‘se expone’ esa información a su equipo en el curso ordinario de los negocios”.

Google sostiene también que cualquier restricción al derecho a procesar los datos que reciben “criminalizarían” funciones como los filtros de spam y búsquedas en los buzones:

Finalmente, los reclamos de los Demandantes deben ser rechazados porque darían lugar a resultados anómalos con consecuencias de largo alcance más allá de las alegaciones en la queja. La teoría de los Demandantes de cualquier análisis de contenido del correo electrónico por los proveedores de ECS es ilegal sería tipificar como delito las prácticas rutinarias que son un aspecto cotidiano de la utilización de correo electrónico.

Agrega Consumer Watchdog que Google provee “acceso directo a sus sistemas” a la NSA para el programa PRISM de vigilancia, algo que la compañía niega.

Artículo en inglés

Imagen: Wikipedia