eyecon-dark-600Adam Penemberg, periodista decidió ver en carne propia cuánta información personal sobre él podía obtener un equipo de “hackers éticos”.

Según escribe en PandoDaily, les dio únicamente su nombre.

Al poco tiempo, habían ubicado su apartamento en New York. Luego, infiltraron el estudio de su esposa, mediante una solicitud de empleo con un programa anexo interceptaron el PC de ella. De ahí, obtuvieron números de seguro social, claves bancarias y otras para sitios como Amazon.

Se enteraron de todas sus claves, ingresaron al Twitter de él, por vía remota suspendieron sus teléfono y computador portátil.

Penemberg dice que ha sido una experiencia sencillamente aterradora: “escalofriante”.

Lo que aprendí es que prácticamente todos somos vulnerables a las escuchas electrónicas y somos blancos fáciles de los hackers. La mayoría de nosotros hemos adoptado una postura de “seguridad por oscuridad”; pero todo lo que se necesita es una persona o personas con la suficiente paciencia y el conocimiento para perforar la privacidad de cualquier persona – -y, si lo desean, causar estragos en sus finanzas y destruir su reputación.

Artículo en inglés