Desde una cárcel en Virginia donde se le mantiene incomunicado, Christopher Cantwell se ha quejado de que EUA le conozca como el “nazi llorón”.
Dijo a Hawes Spencer del portal The Daily Beast que él es un ser humano.
“Un momento soy un supremacista blanco y terrorista y el otro soy un bebé llorón”, dijo. Pero, afirmó, “Soy un puto ser humano”.
El supremacista blanco de 36 años protagonizó en un documental de Elle Reeve para el portal Vice. La reportera siguió a Cantwell, junto con otros líderes del nacionalismo blanco racista Robert Ray, David Duke, y Matthew Heimbach durante varios días. En la noche del 11 de agosto, acompaña a centenares marchando con las antorchas tiki coreando consignas racistas. También documenta la violencia del día 12, eventos que causaron la muerte de Heather Heyers.
Machito, arrogante, sobrándole confianza en sí mismo y en sus ideas, las imágenes lo muestran marchando, gritando, golpeando anti fascistas. Promovinedo la violencia.
Luego, al finalizar la jornada, comparte con los televidentes las armas que llevamente mientras que nuevamente afirma su racismo, pidiendo más violencia de blancos contra gente de otras razas.
Un par de días después lloraba a moco tendido en un video que circuló viralmente.
Y luego tuvo que entregarse a las autoridades, donde enfrenta cargos criminales que le podrían dejar encerrado hasta por 20 años.
Fue entonces que recibió el nombrete del “Nazi llorón”.
Sobre sus lágrimas, dijo que él pensó que iba a participar en una manifestación legal y “ahora me encuentro con que enfrento 20 años de cárcel. Sí me puse emotivol…”.
Dice Daily Beast que el nazi llorón ha recibido mucho correo y paquetes por parte de simpatizantes y conocidos.
