Lejos de despedirse, a los 69 años Paul McCartney parecía un muchacho, mientras con la voz conocida mundialmente cantó el 15 de julio en Yankee Stadium algunos de los hits del rock más duraderos, escribe John Pareles, crítico musical del New York Times.
“Su cabello se alborotaba más con cada canción”. Su presencia constante durante dos horas y media en el escenario es muestra clara de su supervivencia, energía y vitalidad. Es uno de dos conciertos en New York,.
Paul McCartney tocó 35 canciones más extractos de otras, señala. Entre ellas, música de los Beatles, Wings, sus discos como solista y su proyecto bajo el seudónimo de The Fireman.
Rindió homenaje a John Lennon y George Harrison. Cantó “Back in the USSR”, éxito que ha sobrevivido no sólo a la aerolínea BOAC, sino también a Unión Soviética, dice.
Igualmente mostró su manejo de diversos instrumentos con excepción de la batería, dice.
Aunque las agrupaciones de las canciones eran las mismas que en otros conciertos, y los arreglos eran conocidos, hubo ciertas sorpresas, dice. Agregó “Foxy Lady” de Jimi Hendrix a “Let Me Roll It”, o siguió “Give Peace a Chance” con “A Day in the Life”. Explicó que el movimiento de derechos civiles inspiró “Blackbird”.
Paul McCartney, concluye el Times, persevera, entretiene, vuelve a conectar directamente con sus canciones a través de las décadas y muestra que se la sigue gozando.
McCartney ha tocado en varios conciertos grandes en New York.
Con los Beatles, abrió su gira por Norteamérica en 1965 en Shea Stadium, en una de los conciertos más conocidos del grupo. En julio del 2009, McCartney tocó tres conciertos en Citi Field, que reemplazó Shea como estadio de los Mets.
También, McCartney jugó un papel clave en organizar el Concert for New York City de Madison Square Garden después del ataque terrorista del 9 de septiembre del 2001.
