El derribo el martes de un avión ruso por parte de la Fuerza Aérea de Turquía ha añadido una nueva dimensión al complicado conflicto en Siria y marca una de las situaciones más tensas entre Rusia y un miembro de la OTAN desde hace décadas. Las violaciones del espacio aéreo se han vuelto cada vez más comunes en los últimos años y la mayoría de los encuentros entre la OTAN y aviones rusos han sido pacíficos y rutinarios, algo que puede cambiar después de los acontecimientos del martes.
Curiosamente, las violaciones del espacio aéreo en realidad han demostrado ser un enorme punto de inflamación entre dos países de la OTAN desde hace décadas. Turquía y Grecia se disputan la soberanía de las islas del Egeo, así como la delimitación de las aguas territoriales y el espacio aéreo nacional. Este último ha dado lugar a frecuentes enfrentamientos entre las fuerzas aéreas de ambos países, enfrentamientos en ocasiones se han vuelto agresivos. Mientras Grecia luchaba con sus problemas financieros en los últimos tres años, Turquía aumentó sus violaciónes sobre el espacio aéreo que Grecia reclama en el Egeo. En 2014, tuvieron lugar 2,244 intrusiones solo según el ejército griego y en octubre de este año, las autoridades militares denunciaron 1,443 violaciónes del espacio aéreo. Niall McCarthy, Statista.
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