1389142635941.cachedLa costumbre ha sido, en la mayoría de los casos, que los funcionarios esperan algún tiempo antes de compartir secretos que pueden incomodar a sus antiguos jefes.

Pero el ex Secretario de Defensa, Robert Gates, ha preferido no observar este protocolo y ha publicado “Duty: Memoires of a Secretary at War”un libro que dice mucho de que entre bambalinas tuvo lugar.

En su reseña en The Daily Beast, William O’Connor indica que Gates sentía que el presidente Obama se sentía frustrado por la política hacia Afganistán y comenzó a abrigar dudas sobre el incremento militar que él mismo había ordenado, cuestionando al general David Petraeus (a cargo de la misión entonces, antes de ir a la CIA como Director y luego ser destituído en un escándalo de faldas).

Tampoco tragaba al presidente afgano Hamid Karzai.

Gates no esconde el hecho de que admirara al predecesor de Obama, George W. Bush, en cuya administración había trabajado.

Obama sencillamente no creía en la guerra, que consideraba haber heredado, dice Gates. “Para él, todo se trataba de encontrar salida”.

El libro detalla los intentos de Obama y su equipo de “controlarlo” todo igual que las broncas en el círculo mismo de los asesores del presidente.

Artículo en inglés