Dmitry_Medvedev_2_April_2009-1Igual que sus primos estadounidenses, a los ingleses también les gusta escuchar las llamadas telefónicas de otros.

Escriben Ewen MacAskill, Nick Davies, Nick Hopkins, Julian Borger y James Ball en The Guardian que documentos filtrados indican que que el gobierno británico vigiló los computadores e interceptó llamadas telefónicas de algunos políticos extranjeros y funcionarios que asistieron a la cumbre del G-20 en Londres en el 2009.

Dice que las autorizaciones vinieron de muy alto en el gobierno de Gordon Brown y que ministros fueron informados sobre los resultados.

Según los documentos, la agencia de inteligencia GCHQ creó cibercafés que interceptaban los correos y, software con claves de registro monitoreó los Blackberrys de los delegados.

Tenían 45 analistas asignados para seguir todas las llamadas a todo momento en la cumbre, apunta.

Un documento identifica específicamente ministro de Finanzas turco Mehmet Simsek como objetivo

The Guardian también ha revelado que en aquel entonces la NSA estaba espiando al presidente ruso Dmitry Medvedev, según un informe filtrado por Edward Snowden. El informe dice que la base de espionaje estadounidense en RAF Menwith Hill, en North Yorkshire, interceptó comunicaciones rusas solo horas después de que Medvedev y Obama se reunieron por primera vez.

La noticia revienta justo cuando comienza en Irlanda del Norte la cumbre de G8 y todos los asistentes estuvieron en la cumbre del 2009.

Eso de husmear a los invitados es mala educación, ¿verdad?

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Foto: Wikipedia