La mano dura de la ley ha comenzado a caer contra la arquidiócesis de Filadelfia donde 48 curas han sido investigados por crímenes sexuales contra menores.
Escribe Mary Claire Dale en la revista Time que cinco fueron declarados no aptos para su ministerio católico y han sido suspendidos.
Otros tres regresarán al ministerio, uno ha muerto, y no se han hecho públicss las determinaciones en 17 investigaciones más.
Dice Time que la investigación forma parte del juicio a Monseñor William J. Lynn, antiguo funcionario acusado de poner en peligro a los menores por su manejo de las acusaciones en el periodo 1992 al 2004, bajo el difunto Cardenal Anthony Bevilacqua.
Dice que en el 2005 un gran jurado había fustigado a la iglesia por ignorar o descartar denuncias de abuso sexual en contra de 63 sacerdotes de la diócesis a lo largo de décadas.
El informe del 2011 dijo que la iglesia minimizó las quejas o se centró en discrepancias de menor importancia para restarles credibilidad.
El informe agregó que que docenas de curas abusadores siguen en la iglesia.
Como respuesta, la iglesia en Filadelfia ha contratado un antiguo fiscal de crímenes sexuales encargado a abrir nuevamente todas las acusaciones pasadas en contra de sacerdotes actuales.
Foto cortesía de miqul via flickr
