Abu GrahibNo obstante haber sido ampliamente criticada en los años que siguieron los ataques terroristas de septiembre 11 del 2001 en EUA, la rendición extraordinaria — la práctica de detener, transferir e interrogar a sospechosos de terrorismo en otros países sin el debido proceso legal, se ha seguido implementado bajo la administración de Barack Obama, escribe Craig Whitlock en The Washington Post.

Debido al secreto involucrado, no se sabe cuántas rendiciones extraordinarias se realizaron durante el primer mandato de Obama, agrega.

Según el Post, críticos de la administración dicen que la falta de una vía legal coherente para detener a los sospechosos de terrorismo en el extranjero y llevarlos ante la justicia, ha conducido a la implementación de facto de una política en que resulta más fácil matar a los presuntos terroristas, mediante ataques de drones en Pakistán, Yemen y Somalia.

Según la nota del Post, el Congreso ha frustrado el cumplimiento de la promesa del presidente Obama de cerrar la prisión militar en Bahía de Guantánamo, Cuba, y ha creado barreras contra los intentos de juzgar a los presuntos militantes de Al Qaeda en tribunales civiles.

Por su parte, la Casa Blanca se ha resistido a los esfuerzos de los legisladores de colocar a los sospechosos bajo custodia militar y someterlos a juicios castrenses.

En 2009, una fuerza de trabajo de la Casa Blanca sobre interrogatorios y transferencias de detenidos recomendó que el gobierno continúe usando las rendiciones extraordinarias pero con una mayor supervisión para evitar “duras técnicas de interrogación” como las que se dieron a conocer durante el gobierno de George W. Bush.

En todo caso, apunta el Post, se sabe demasiado poco.

 Artículo en inglés

Ilustración: Fernando Botero Abu Grahib, Museo de la Memoria