Dominique Strauss Kahn está de malas. Las encuestas lo clasifican como el político menos popular en Francia y, sin embargo, su nombre aparece en primera plana de los periódicos.
La razón de esta fama es otro escándalo sexual: el tercero en un año.
A solo semanas de que retiraran cargos en New York por violación de una mucama de hotel y de que en Francia la policía dijera que habían pasado muchos años desde que intentó violar a una joven reportera, reventó este nuevo escándalo.
En este caso se trata de una red de prostitución internacional en la norteña ciudad de Lille, el Affaire Carlton, que involucra proxenetas, empresarios, funcionarios, policías, políticos y Strauss-Kahn.
Hasta el momento, según el periodico inglés The Guardian que ha condensado las noticias de varias semanas en un artículo bastante completo, han sido detenidas 5 personas.
Otras más están siendo investigadas.
¿El papel de DSK en el asunto? Básicamente mandaba pedir las niñas.
Han surgido diversos mensajes por texto donde DSK hacía sus solicitudes de las “demoiselles”.
Incluso parece que durante el mismo viaje a New York en mayo donde comenzaron sus problemas le habían traído una de estas damas de compañía desde el otro lado del Atlántico.
La prostitución no es un delito en Francia; beneficiarse de ella lo es.
A DSK no se le acusa de nada legal; solo de ser un cochino.
Strauss-Kahn, sobra señalarlo, asegura que es inocente y víctima de una confabulación para desprestigiarlo.
¿Será verdad?
Foto cortesía de Linda N via flickr