Una mujer determinada a obtener la justiciaPARIS — Dominique Strauss-Kahn está perdiendo la batalla por las relaciones públicas contra Tristane Banon, la joven autora que le acusa de intento de violación en un incidente en el 2003.

El jueves, siguiendo el procedimiento de la justicia francesa de realizar un ‘cara a cara’ en presencia de investigadores de la policía, pero sin sus respectivos abogados, se reunieron acusado y acusadora.

Esa misma tarde, Banon fue entrevistada por el canal TF1.

Por su parte, DSK no ha dicho mucho desde que apareció en la TV hace un par de semanas. (Sus abogados siguen negando que nada inapropiado haya tenido lugar en el “apartamento de soltero” donde DSK había concedido la entrevista a la joven periodista).

Mientras que inicialmente él negó que hubiera hecho nada en el 2003, hace poco reconoció que intentó “besarla” pero había desistido.

En conversaciones aquí, con taxistas, baristas y parisinos comunes y corrientes, la versión de la joven periodista parece más verídica.

Esta es información totalmente anecdótica.

Pero hay un sondeo científico que vale consultar.

Conducido por la revista ELLE estudia la actitud hacia Anne Sinclair, la multimillonaria esposa de DSK y por su propio mérito conocida periodista, de mantenerse firme al lado de su marido muestra que DSK es un elemento polarizante en la sociedad francesa.

Mientras que el 54 por ciento de las participantes aproban el apoyo de Sinclair, el 46 por ciento desaprueban de él. “L’affaire DSK hace resaltar opiniones diversas muy violentas”, dice la revista. “Ricos contra pobres, blancos contra negros, hombres contra mujeres…Para unos Anne Sinclair es la cómplice del demonio para otros una santa”.

Además, dice el sondeo de ELLE, las respuestas se ven afectadas por las opiniones políticas de las participantes. Las socialistas tienden a simpatizar con el apoyo de Sinclair a su marido.

Sin embargo, agrega la encuesta que el 74 por ciento de las mujeres, de encontrarse en el lugar de Sinclair, terminarían dejando a sus maridos.

Con la primaria del partido socialista que se avecina, los socialistas franceses han comenzado a pasar la página. Hay vida política después de DSK.

Harlem Désir, hablando a nombre del partido, dijo que DSK “ha dejado de ser un actor” en la vida política del país.

François Hollande, potencial candidato contra Nicolas Sarkozy en Mayo del 2012 está ascendiendo en las encuestas.

Todavía está por verse que curso toma el caso criminal: si avanza a juicio o, como hizo la fiscalía de New York contra el caso de Nafissatou Diallo, desestiman las acusaciones.

Tristane Banon ha afirmado que dada esa eventualidad, formulará cargos en un tribunal civil.

La mujer que ha participado en mítines y entrevistas no es la joven nerviosa que había comentado sobre el incidente hace algunos años en un programa televisado: es una mujer determinada a obtener la justicia para ella, y para las muchas víctimas de agresiones sexuales.

Y DSK, quien no hace mucho disfrutaba la reputación de ser “le grand séducteur”, se hunde cada día más en la ignominia, donde adquiere las caracterítiscas de un misógeno que esgrimió su fama y la fortuna de su esposa para saciar sus apetitos incontrolables.

Un cochon.

Sondeo revista ELLE en francés