El artista y compositor Justo Almario, izquierda, y el compositor Abraham Laboriel, hermano de Johnny Laboriel aprecian las fotografías que revelan la tercera raíz mexicana. Justo es colombiano y Abraham mexicano de la colonia Roma en el Distrito Federal. Foto: Agustín Durán/Latinocalifornia.
El artista y compositor Justo Almario, izquierda, y el compositor Abraham Laboriel, hermano de Johnny Laboriel aprecian las fotografías que revelan la tercera raíz mexicana. Justo es colombiano y Abraham mexicano de la colonia Roma en el Distrito Federal. Foto: Agustín Durán/Latinocalifornia.

Por Agustín Durán, Latino California — La artista Ayana V. Jackson, autora de la exposición fotográfica “El negro más chulo: africano por herencia, mexicano por nacimiento” con una narrativa de Marco Villalobos, no pudo encontrar una sala o espacio gubernamental en México para presentar su obra que busca que la gente conozca su tercera raíz.

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“El objetivo es que las comunidades del continente americano, de México o cualquier otro país, conozcan que todos somos una comunidad de raíces muy similares y complejas”, expresó la artista. “Desde la conquista, siempre ha habido personas de origen africano por todas partes del continente y, aunque en diferentes proporciones, todos los países tienen raíces en los indígenas, europeos y africanos también”.

Jackson enfatiza: “Si no reconocemos las contribuciones de la tercera raíz, será difícil entender la historia del continente y sus comunidades mismas”.

Con motivo de las celebraciones en febrero del Mes de la Herencia Africana en Estados Unidos, el Consulado de México en Los Ángeles realizó un concierto que permitió conocer la influencia africana en la música que conocemos como tradicionalmente mexicana y, al mismo tiempo, invitó a Ayana a presentar su obra que consta de 26 imágenes tomadas en las costas de Veracruz, Oaxaca y Guerrero, lugares donde la concentración de la influencia africana en México es más fuerte.

“Cuando llegue a Costa Chica, pensé que estaba viendo a mi tío”, expresó Jackson, originaria de New Jersey. “No podía creerlo porque una cosa es que te lo cuenten o lo leas, pero una vez que lo vives y lo ves con tus propios ojos, todo cambia, es por eso que me enfoqué en la fotografía, porque espero que cuando la gente las vea, recuerden su tercera raíz”.

En las fotografías se puede observar una clara evidencia de la tercera raíz en México y como, poco a poco, la gente se va mezclando con el resto de la población y con menos o con más cabello rizado,  tez más oscura o los rasgos faciales más fuertes, la herencia africana se multiplica y lleva a donde la gente decida vivir en México o como inmigrante en Estados Unidos.

Jackson indicó que uno de los aspectos del porqué le interesó mucho realizar el trabajo es por la falta de información en las comunidades de afroamericanos y mexicanos en Estados Unidos. La artista subrayó que debido a sus condiciones socioeconómicas, ambos grupos terminan viviendo en las mismas comunidades, pero en muchas ocasiones con poca comunicación y muchos problemas por el desconocimiento de su pasado.

Armando Vázquez-Ramos, del Centro de Estudios California-México y maestro en la Universidad de Long Beach (CSLB), indicó que es precisamente la falta de información de ambos grupos, el idioma y desafortunadamente el racismo en algunos casos, que evitan la convivencia en armonía entre dichas comunidades. Es por eso que ve como determinante la difusión de más programas donde se permita conocer un poco más del pasado de ambas culturas.

Africano por herencia mexicano por nacimiento
La artista Ayana V. Jackson, autora de la exposición fotográfica “El negro más chulo: africano por herencia, mexicano por nacimiento” nos muestra una de sus imágenes. Foto: Agustín Durán/Latinocalifornia

Gloria Arjona, profesora de literatura y gran promotora de la música latinoamericana y su historia, indicó que no hay forma de que se pueda rechazar o ignorar la tercera raíz en México, ya sea a través de la influencia que tenían los moros (norte de África) en España, con la conquista misma y la traída de millones de africanos a América, o con la clara influencia que culturas como la olmeca muestran en legado cultural.

“Desafortunadamente en México todavía hay mucha resistencia”, expresa Arjona “Nuestra herencia indígena y europea, el tener un papá como Adán y una mamá como Eva, todo encaja en los mitos preconcebidos con los que somos educados que parecen muy difíciles de cambiar y son los mismos que nos traemos cuando emigramos a Estados Unidos”.

La maestra consideró que poco a poco las cosas irán cambiando, particularmente con la música, especialmente con la gran aceptación de los sones jarochos en Estados Unidos que poco a poco va ganando terreno y a través de los que se irá dando a conocer la historia no sólo de la música sino de las comunidades mismas.

Una muestra de la influencia en las nuevas generaciones de los ritmos con influencia africana fue el grupo  presentado por el Consulado de México durante la exposición fotográfica para celebrar el Mes de la Herencia Africana en Los Ángeles.

El concierto, dirigido por el compositor mexicano José Gurría, incluyó un repertorio musical que abarcó el barroco mexicano del Silgo XVII mediante chaconas, guarachas, fandangos, españoletas y su transición al son jarocho, cerrando con la interpretación moderna de jazz y música contemporánea.

El grupo estaba compuesto por jóvenes mexicanos, mexicoamericanos, estadounidenses y hasta de origen armenio radicados en Estados Unidos, y que hicieron vibrar a ritmo de música con influencia africana a las aproximadamente 200 personas que llegaron al evento.

Uno de los asistentes fue Abraham Laboriel, hermano de Johnny Laboriel, uno de los contados artistas afromexicanos que triunfaron en México.  El compositor dijo que hace unos 10 años no se podía hablar de la tercera raíz en las altas esferas del gobierno mexicano, pero poco a poco ha habido un poco de apertura.

Laboriel no podía esconder su entusiasmo por el concierto y ver a las nuevas generaciones que son influenciadas y recrean su música a través de  los ritmos africanos.  Él espera que a través de la música la apertura y aceptación de la tercera raíz continúe y poco a poco la gente termine por conocerla y aceptarla.

La celebración de la herencia africana existe oficialmente en Estados Unidos desde 1976 y en México desde 1992, sin embargo, es raro que en alguno de los dos países se hable de la herencia africana sobre los mexicanos en México o  ahora como grupo minoritario más grande en Estados Unidos.

Alejandro Pelayo, director de Asuntos Culturales en el Consulado de México en Los Ángeles, dijo que el evento era el tercero que celebraban en su tipo este mes, con el objetivo de rescatar las raíces africanas de los mexicanos.

“Los ritmos africanos son los ritmos del mundo”, expresó el director. “Muy poco sabemos de nuestras raíces africanas, pero eventos como estos ayudan a reconocerla y apreciarla. Por ahora hay poco apoyo, pero el chiste es empezar y luchar para que vaya creciendo”.

El próximo 20 de marzo, en una colaboración entre el Consulado de México en Los Ángeles  y la fundación El Mundo Maya, se presentará esta misma exhibición acompañada con la narrativa de Marco Villalobos y donde se incorporará la temática: “Construyendo puentes entre las comunidades latinas y afroamericanas”. Más información a: culturemex@gmail.com

Latino California