Justo en vísperas del centenario del naufragio del Titanic, un equipo de astrónomos de Texas State University San Marcos ha establecido que un fenómeno lunar poco frecuente causó un incremento de icebergs en las rutas marítimas del Atlántico norte, lo cual culminó en el hundimiento del crucero el 15 de abril de 1912.
Murieron 1,517 personas en una de las peores tragedia marítimas en tiempos de paz.
Ahora los astrónomos dicen que tuvo un lugar una extraña coincidencia de eventos que marcaron el desastre.
El 14 de enero, se produjo el perigeo lunar, punto en su órbita elíptica que el satélite está más próximo a nuestro planeta, acercándose en aquella vez más en ningún momento en 1,400 años. El perigeo tuvo lugar a seis minutos de la luna llena.
El día anterior, había tenido el perihelio solar, punto en que la tierra está más cerca del sol, lo cual aumentó el efecto de las mareas en los oceános.
Esta combinación de eventos resultó en mareas más altas, las cuales a su vez desprendieron en Groenlandia icebergs que de otra forma se habrían atascado en las aguas menos profundas de las costas de Labrador y Newfoundland.
Y estros monstruos de hielo llenaron de obstáculos las rutas marítimas: todo mientras tocaba la orquesta, bailaban los elegantes, y Leonardo DiCaprio enamoraba locamente a Kate Winslet.
Claro que hubo un error humano que resultó fatal: el no reducir la velocidad de la nave, ignorando los cables de alerta que había recibido sobre los icebergs.
¿Cómo habría reaccionado el Capitán Schettino?
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