7609566266_ea45e9b96a_zEn EUA, además de las angustias causadas por la Gran Recesión — la pérdida de empleos, ingresos, vivienda, seguro de salud, crédito, entre otros — un 10% de la población o 30 millones de personas sufre también la persecución ilegal por parte de cobradores de deudas reales y ficticias cuyos métods en muchos casos son crasas violaciones de la ley.

Informa Laura Gottesdiener en Al Jazeera America que en el 2012 la Federal Trade Commission recibió 180,000 quejas de personas que fueron hostigadas por las 4,5000 compañías de cobro que se disputan el mercado de los deudores de unos US$12 mil millones anuales. 

La gran mayoría de estas compañías “compran” la deuda por centavos por cada dólar a compañías que buscan cómo sacar el mayor jugo. La “compra” de la deuda en muchos casos está plagada de errores y se atribuyen deudas a personas erróneas.

Aún así,

“El abuso es parte de la estrategia de la industria para obligar a que la gente pague — algo que se ha vuelto incluso más difícil desde que millones de estadounidenses han perdido sus empleos y trillones de dólares de su patrimonio a través de la recesión”.

Muchas de estas tácticas, también son ilegales.

Entre los métodos ilegales que Al Jazeera menciona se incluyen llamadas tarde en noche. Amenazas contra la integridad de las personas o con arrestar a los deudores bajo cargos criminales.

En un caso, dice Al Jazeera, en Erie, Pensilvania, una empresa llamada Unicredit Debt Resolution Center contrató empleados para que se vistieran como oficiales de policía, llevando citaciones falsas e incluso transportando a la gente a una sala de tribunal falsa donde un juez falso les obligaba a revelar su información de cuenta bancaria e incluso a entregar de los títulos de sus coches.

Pero estas son violaciones de la ley por parte de una industria que algunos comparan con grupos de mafiosos o con los días del oeste salvaje.

Ahora, agrega Al Jazeera, el Consumer Financial Protection Bureau ha tomado importantes medidas a favor de las víctimas y en algunos casos ha detenido las campañas de terror contra los pobres deudores.

Artículo en inglés

Foto cortesía MAURO CATEB via flickr