Bo Xilai, quien hasta no hace mucho era de los políticos más ricos y poderosos de la China, ha sido expulsado del partido comunista, con lo cual se abren las posibilidades de que sea sometido a un juicio criminal.
Bo Xilai cayó en desgracia a raíz de un escándalo que involucró a su esposa y acusaciones de asesinato de un diplomático extranjero.
Su esposa fue juzgada recientemente y recibió una sentencia a muerte conmutada, que puede significar cadena perpetua.
Escribe Carol Huang de la AFP que el futuro de Bo y otras decisiones tuvieron lugar en el congreso del partido comunista chino, que ha reunido unos 2000 cuadros.
Dice que la plutocracia china se encuentra en medio de una transición de poder entre generaciones y el escándalo de Bo complicaba las cosas.
Agrega que tuvieron lugar intensas negociaciones entre caciques del partido que disputaban los cargos vacantes y el destino de Bo Xilai se usó como parte de la negociación entre camarillas rivales.
El mes pasado Bo Xilai había sido expulsado del parlamento, acusado de corrupción en diversos niveles.
Un observador citado por la AFP señala que las negociaciones tomaron demasiado tiempo, lo cual no es necesariamente una señal de unidad.
Según la prensa oficial china, se ha iniciado una investigación criminal sobre Bo Xilai
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