El cuerpo humano tiene unas cuantas partes que sobran, escribe LiveScience.

Ello se debe a que hemos dejado de depender en estos órganos o estructuras, que con el paso de los años se han atrofiado o degenerado hasta tal punto que no cumplen la función que antes.

Son obsoletas.

Charles Darwin señaló que estos vestigios de la anatomía de los seres humanos y otros animales son evidencia de la evolución.

Con el tiempo, observando los órganos vestigiales en especies distantas, los biólogos han concluido que dos criaturas diferentes deben haber compartido un ancestro común.

LiveScience presenta cinco de los órganos vestigiales más notables en los seres humanos:

El apéndice: Es una bolsa pequeña ubicada donde se unen el intestino grueso y el delgado, que ha dejado de ayudar al proceso digestivo en los humanos. Una de cada 20 personas lo ha retirado quirúrgicamente y a nadie le hace falta. Sin embargo, nuevas teorías sugieren que sirve para almacenar bacteria útil en casos de diarrea.

La cola: Los Buendía de García Márquez son las únicas personas con rabo, en el resto de nosotros ese huesito de la cola no sirve para nada. En los otros animales ayuda en el equilibrio, pero desde que caminamos en dos patas, se convertido en una vertebra fundida llamada el coccyx.

Los pezones masculinos: En las primeras etapas de formación, todos los fetos son del género femenino y por lo tanto tienen pezones. Luego, los niveles de testosterona deciden si el bebé nacerá masculino on femenino. Mientras que en ellas tienen múltiples usos — estéticos, alimenticios, sexuales — para ellos sirven muy poco.

El folículo piloso y el musculus erector pili: La piel de gallina ahora nos recuerda que la temperatura ha bajado. Pero en el reino animal el musculus erector pili levanta el vello corporal, para dar la apariencia de mayor tamaño e intimidar. Pero eso ya no lo necesitamos.

Muelas del juicio:  ¡Ayayayayay!

Artículo en inglés

Ilustración: Leonardo daVinci