Al gobernador Chris Christie de New Jersey le gusta vivir la buena vida y más aún cuando es otro quien asume los gastos, informan Kate Zernike y Michael Barbaro en el New York Times.
Christie permitió que el rey Abdullah de Jordania pagara por un viaje para el gobernador y su familia, que incluía una estancia en un hotel costó alrededor de US$30,000.
El gobernador y dos miembros del personal que lo acompañaban regresaron a Nueva Jersey felices de haber celebrado con Bono, el cantante de U2, en tres ocasiones, dos en la residencia del rey, el otro en una recepción con champán en el desierto. Sin embargo, un pequeño grupo de asistentes se inquietó: Las habitaciones en el lujoso hotel Kempinski habían costado alrededor de SU$30.000; qué pasaría si esto llegara a oídos del público?
En 2012, Christie viajó a Israel en un jet privado de lujo que le había facilitado el magnate mundial de los casinos Sheldon Adelson, quien en el mismo instante se oponía a legislación para legalizar los juegos por internet en Nueva Jersey. Christie firmó después el proyecto como ley.
“Yo disfruto estas experiencias y exposiciones, sobre todo para mis hijos”, dijo Christie el año pasado. “Yo trato de exprimir todo el jugo de la naranja que me sea posible”.
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