Luiz Inácio Lula da Silva comenta en una nota de opinión publicada el 8 de marzo en el New York Times sobre el legado de Hugo Chávez, presidente de Venezuela durante 14 años, quien murió el 5 de marzo del 2013 tras un debilitante cáncer que le fue retirando de la vida política de su país a partir de junio del 2011.
Los mandatos de Lula y Chávez coincidieron durante ocho años, entre el 2003 y el 2010.
La manera cómo la historia recordará a Chávez, dice Lula, está por escribirse pero no hay que esperar a que ello tenga lugar para evaluar su legado.
“Las campañas sociales de Chávez”, agrega, “especialmente en las áreas de salubridad pública, vivienda y educación, lograron mejorar los niveles de vida de decenas de millones de venezolanos”.
Carismático, polémico, atrevido, firme, un excelente comunicador, todo eso fue Chávez dice Lula, empaquetado en un estilo que muchos criticaron.
“Debo admitir que yo muchas veces pensé que habría sido más prudente para Chávez no haber dicho todo lo que dijo. Pero ésta era una una característica personal que no debería, incluso desde lejos, desacreditar sus calidades”.
También hay muchos que están en desacuerdo con la ideología de Chávez, y su estilo que se consideró autocrático, reconoce Lula.
“Sin embargo, ninguna persona remotamente honesta, ni siquiera su más feroz oponente, puede negar el nivel de camaradería, de confianza y hasta de amor que Chávez sintió por los pobres de Venezuela y por la causa de la integración latinoamericana”.
Dice Lula que de todos los líderes políticos que ha conocido, “Pocos han creído tanto en la unidad de nuestro continente y de sus diversos pueblos – indios indígenas, descendientes de europeos y africanos e inmigrantes recientes”
Chávez jugó un papel decisivo en el tratado de 2008 que estableció la Unión de Naciones Suramericanas, una organización intergubernamental de 12 miembros que algún día podría mover el continente hacia el modelo de la Unión Europea. En 2010, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe saltó de la teoría a la práctica, proporcionando un foro político junto a la Organización de los Estados Americanos. (No se incluyen los Estados Unidos y Canadá, ya que la OEA hace.) El Banco del Sur, una institución de crédito nueva, independiente del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, tampoco habrían sido posibles sin elliderazgo de Chávez. Por último, estaba vitalmente interesado en el fomento de vínculos más estrechos de América Latina con África y el mundo árabe.
Esos son puntos que durante décadas se discutirán en las universidades, los sindicatos, partidos políticos y cualquier sitio en donde exista la preocupación por la justicia social, el alivio de la miseria y una distribución más equitativa del poder, señala.
Quizás sus ideas lleguen a inspirar a la juventud del futuro, igual que la vida de Simón Bolivar, el Gran Libertador de América Latina, inspiró al mismo Chávez, escribe Lula.
