CUBADEBATE — Cada país tiene sus marcas en la piel. Algo así como tatuajes que delatan a sus calles, y permiten reconocerlas al ojo no entrenado en caminarlas. Cuba, como nos lo recuerda el lente del fotorreportero, no es ninguna excepción.

Aquí están. El pregonero, la parada de guaguas, los carros añosos, el paso cansino de los jubilados… Imágenes inevitables en el entramado de las calles cubanas. Señales identitarias de un país que, todos los días, bajo el sol, despierta a hacer su vida.

CUBA DEBATE

Fotos: Ismael Francisco