Angola y PortugalInforma Norimitus Orinish en el New York Times. LISBOA, Portugal — Los papeles se han invertido: algunos portugueses consideran que los colonizadores han sido colonizados.

En la costa portuguesa de Cascais, donde la corte real de ese país europeo solía pasar el verano, se erige frente al mar un nuevo edificio de condominios de 14 pisos, en el que la clase gobernante de Angola ha comprado tantos departamentos que al desarrollo inmobiliario lo han apodado el “edificio de los angoleños”.

A lo largo del más lujoso bulevar comercial en la capital portuguesa, Lisboa, la élite angoleña compra tantos trajes y bolsas de diseñador como puedan cargar. En una esquina, antes de una tienda Louis Vuitton, está la oficina local de la mujer más rica de África, Isabel dos Santos, una multimillonaria angoleña que se ha convertido en una de las figuras más poderosas de Portugal tras comprar grandes porciones de los sectores bancario y energético, así como medios de comunicación en el país.

Es muestra de cómo el flujo de dinero hacia Portugal proviene cada vez más de la colonia que dominó, frecuentemente con métodos brutales, durante cientos de años: Angola. Ahora, la nación africana es uno de los productores de petróleo más importantes del mundo. Y ha sido dirigida durante los últimos 38 años por el presidente José Eduardo dos Santos, padre de Isabel dos Santos.

La clase gobernante angoleña ha ganado tanto dinero durante su mandato, y ha canalizado tal cantidad de ese dinero a Portugal, que cuando Angola amenazó recientemente con cortar los lazos debido a reportes de que funcionarios angoleños estaban siendo investigados por corrupción en Portugal, el ministro de Relaciones Exteriores portugués se apresuró a disculparse, lo que desató un debate intercontinental acerca de las dinámicas de poder cambiantes entre las naciones.

“Creíamos que Angola era un país pobre que necesitaba nuestra ayuda, y, de repente, eran capaces de ayudarnos y adquirir cosas que nosotros no”, dijo Celso Filipe, periodista portugués, autor del libro O Poder Angolano em Portugal. “Fue como si el ama de llaves comprara tu casa. Algo incómodo”.

Angola con frecuencia aparece en las listas de las naciones más corruptas del mundo. Por su lado, Portugal ha sido señalado como laxo para frenar el lavado de dinero y los sobornos, especialmente al hacer negocios con angoleños, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), organismo de investigación y desarrollo de políticas públicas compuesto por los países más ricos del mundo.

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Imagen via NYT