Vivió en New York y Francia de niña. Trabajó como niñera en las familias ricas de los suburbios de Chicago entre las décadas del 50 y el 90. En sus ratos libres, salía con su cámara Roll-o-Flex y capturaba el mundo según lo veían sus ojos.

Entre los recuerdos que dejó Vivian Maier, encontrados en una venta privada de sus pertenencias, aparecieron centenas de miles de negativos, los cuales después del revelado han mostrado un talento como pocos: niños jugando, hombres trabajando, mujeres paseando por la ciudad.

Es el caso perfecto — el mito por así decirlo — del artista de creatividad como pocos que solo se descubre después de muerto. Este mito es cada día menos frecuente ya que en la actualidad los artistas saben que parte de sus labores es hacerse conocer.

Nos consuela saber que el monumental volumen de su trabajo indica que realmente disfrutó su fotografía. Igualmente, nos alegra saber que la excepcional obra de esta Mary Poppins del siglo 20 será documentada en Kickstart.com.

Por ahora los dejamos con este maravilloso video.