Informa Juan Martínez Ahrens en El País que en Chilpancingo, estado mexicano de Guerrero, estudiantes que protestaban la desaparición de 43 de sus compañeros han sitiado por seis horas y luego prendido candela al Palacio de Gobernación.
No hubo heridos en este último incidente, dice.
La situación se mantiene sumamente tensa, agrega.
El gobernador del estado, Angel Aguirre luego de sus lamentables declaraciones de que los 23 muertos que encontraron calcinados en una fosa común no eran los estudiantes, ha optado por decir poco para no empeorar las cosas.
Las palabras del gobernador ponen de relieve el nivel de violencia en esta nación donde las tumbas masivas parecen ser ocurrencia frecuente.
Muchos dice que Aguirre ha mantenido una actitud permisiva con los narcos de los carteles.
Mientras tanto, seguían fugitivos el alcalde de Iguala, su esposa, y el jefe de policía de la población donde fueron plagiados los estudiantes de magisterio que habían protestado con un pliego de peticiones.
La semana pasada, miles de mexicanos se volcaron a las calles en solidaridad con los desaparecidos, organizados bajo la consigna “Vivos se los llevaron, vivos los exigimos”.
