Anna David investiga en Daily Beast el caso de Abby Sunderland, la jovencita de 16 años que intentando circunnavigar el mundo, fue salvada en el Pacífico Sur tras tres días perdida.

“La narrativa tenía todos los elementos de un capturante programa de televisión: una niña aventurera de 16 años, fotogénica, realiza una jornada épica a través del mundo y enfrenta dificultades en alta mar. ¿Sobrevive o muere? Y luego, el final: sobrevive en medio del Océano Indigo por un navío con un glamoroso nombre francés que la regresa sana y salva a casa”.

Parece, señala Anna David, que esto así pensaba Laurence Sunderland, el padre de la niña. Estaba colaborando con Magnetic Entertainment y con Reveille Entertainment, compañías que han producido varias series televisadas del género “reality”. (En un caso parecido el año pasado, que llegó a conocerse como “Balloon Boy” (El niño del globo), unos padres fingieron su hijo se había volado en un globo, también para obtener una serie de televisíon.)

“Como suenan las cosas, la familia Sunderland podría haber usado el dinero adicional que les produciría un programa exitoso, ya que se habían gastado unos $140,000 para apoyar el hermano mayor de Abby en su navegación alrededor del mundo el año pasado”.

El papá de la adolescente ha negado que esas fueran sus intenciones. “Laurence le dijo al L.A. Times que había realizado cierta filmación inicial pero no pudo vender el programa”, indicó. Sin embargo, agrega Anna David, el yate de Abby tenía 5 cámaras.

Según David, el gobierno australiano, fiel a una antigua costumbre marinera, no cobrará por el rescate de Abby.

Artículo en inglés.

Foto cortesía de sis via flickr