Bridget Anne Kelly y Bill Baroni, Jr., que en un momento ocuparon altos cargos en la administración de Chris Christie en New Jersey, han sido declarados culpables de todos los cargos relacionados con haber organizado el cierre de las vías de acceso al puente George Washington en 2013 para castigar a un adversario político.
Enfrentaban nueve cargos de conspiración, fraude y otras violaciones, según informó MSNBC.
Se habían declarado inocentes.
Baroni había avisado a Christie que las vías estaban clausuradas para realizar un estudio del tráfico. Kelly, diputada asistente jefa de personal, envió una carta al entonces fucionario de Port Authority David Wildstein advirtiéndoe que, “Es la hora de los problemas de tráfico en Fort Lee”. La respuesta afirmativa inició un enorme dolor de cabeza de tres días para los centenas de miles de conductores que transitaron por el puente.
Widstein se había declarado culpable de dos cargos de conspiración y se había convertido en testigo para la fiscalía.
Kellyi dijo en su testimonio que ella había avisado al mismo Christie sobre las causura. Ella y Baroni podrían enfrentar un máximo de 20 años.
La semana entrante se inicia la fase de la sentencia en el caso.
Bridgegate, como llegó a llamarse el escándalo, puso fin a las aspiraciones presidenciales de Chris Christie, quien aunque se presentó como precandidato convenció muy poco y tuvo que retirarse hace largos meses.
