Ingenieros y académicos altamente familiarizados funcionamiento de la industria nuclear japonesa pintan un cuadro de decepción y engaños, accidentes y la total ausencia de medidas remediales por parte de una serie de gobiernos del partido Liberal Democrático que ha controlado el Japón casi continuamente desde la posguerra, escribe Jason Clenfield en Bloomberg News.

Dice que la actual crisis, aunque la peor, no ha sido la única. Hace menos de cuatro años, un terremoto de magnitud 6.8 apagó la central nuclear más grande del mundo, que también administra Tokyo Electric Power Co. Además, un escándalo sobre informes falsos de reparaciones, primero en el 2002 y luego en el 2007, obligó la renuncia de los dos más altos directivos de la compañía y el cierre por 3 semanas de 17 reactores, agrega.

Con 54 centrales nucleares, el Japón ocupa el tercer lugar en el mundo (EUA y Francia le preceden) en producción de energía nuclear. La nación industrializada no tiene reservas propias de gas o de petróleo y, de hecho, fue la necesidad de energía la que condujo a Japón a entrar en la Segunda Guerra Mundial.

Bloomberg News entrevista un profesor de sismología, un antiguo director de seguridad de plantas nucleares, un investigador de la agencia de energía atómica, un ingeniero nuclear, un funcionario de la agencia de inspecciones, un sismólogo, y un consultor de energía.

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