Atentado en NizaA lo largo de 2 kilómetros en el Paseo de los Ingleses, en la ciudad mediterranea de Niza, el conductor del camión fue buscando el mayor número de personas para atropellar. Para ello, giró, viró, zigzagueó.

Cuando terminó la escena dantesca, yacían 84 muertos (11 de ellos niños); 50 heridos de gravedad luchando entre la vida y la muerte — todos espectadores que se habían reunido para observar los fuegos artificiales en celebración del 14 de Julio, fecha nacional de Francia.

El conductor, fulminado por balas de las autoridades, ha sido identicado como Mohamed Lahouaiej Bohlel, de 31 años, nacido en Tunisia, residente del área. Era casado y tenía tres hijos. Aunque, según informes Lahouaiej tenía antecedentes criminales, no era una persona religiosa ni se le consideraba radicalizado por las ideas extremistas afines al llamado Estado Islámico.

“El camión zigzagueba — no teníamos idea a dónde se dirigía. Mi mujer estaba a un metro de mí había muerto. El camión barrió con todo, postes, árboles, no hemos visto nada parecido. Algunos se le colgaron de las puertas para intentar pararlo” — palabras de un testigo.

Las autoridades dispararon al camión, el cual se detuvo. Descendió y con un arma corta abrió fuego antes de ser ultimado.

Adentro encontraron un fusil y una granada, aunque extrañamente no funcionaban.

Ese mismo día, el presidente François Hollando había anunciado la suspensión del estado de emergencia decretado tras los atentados del 13 de noviembre 2015. Horas después dijo que seguiría en pie.

A través del mundo han llovido mensajes de solidaridad.

Banderas a media asta odean en Francia, que ha decretado tres días de duelo nacional.

Fuentes diversas