Deportaciones en EUAInforma Caitlin Dickerson para el New York Times — Los arrestos de inmigrantes en Estados Unidos se dispararon 38 por ciento en los primeros tres meses del gobierno de Donald Trump en comparación con el mismo periodo del año pasado, según las cifras más recientes. Este es uno de los primeros indicadores claros de que las políticas de línea dura del presidente se están llevando a cabo a gran escala.

A pesar de que se han bloqueado o postergado algunas ideas más llamativas del presidente Trump —como la construcción de un muro fronterizo y el detener temporalmente las llegadas de ciudadanos de países de mayoría musulmana—, las estadísticas que publicó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por su sigla en inglés) sugieren que ciertos aspectos de su agenda migratoria sí han logrado resultados significativos y de manera veloz.

Del 22 de enero al 9 de abril, los funcionarios del ICE arrestaron a 41.318 personas, un promedio de más de 400 personas al día, en comparación con las 30.028 que se detuvieron alrededor del mismo periodo en 2016, según los datos.

“Estas estadísticas reflejan el compromiso del presidente Trump para hacer cumplir, con justicia y de manera generalizada, nuestras leyes sobre inmigración”, dijo Thomas Homan, director interino del ICE, en una llamada telefónica con reporteros.

Buena parte de los arrestos se llevaron a cabo en las casas de los inmigrantes, pues los agentes visitaban a horas tempranas para atrapar a la gente antes de que saliera a trabajar, una táctica común diseñada para evitar un escándalo público. Sin embargo, los agentes también han estado actuando de manera más agresiva: han puesto bajo custodia a personas que llegan a sus revisiones migratorias de rutina e incluso han aprehendido a gente que llega a los tribunales para asuntos que no están relacionados con inmigración.

El rápido aumento de los arrestos se debió principalmente al resultado de una de las primeras medidas importantes sobre inmigración de Trump: rescindir las leyes que instauró el expresidente Barack Obama según las cuales se le debía dar prioridad a los arrestos de los criminales más peligrosos y los demás migrantes indocumentados eran, en buena medida, dejados en paz.

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Imagen via NYT

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