Funcionarios del gobierno turco han dicho a EUA que tienen evidencia en forma de video y audio que prueba que el columnista del Washington Post Jamal Khashoggi fue asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, informa The Washington Post.

Las grabaciones presuntamente muestran que Khashoggi fue detenido, asesinado y desmembrado la semana pasada. (El video que acompaña a esta nota muestra al periodista ingresando en el consulado de su país en Estambul, pero no hay imágenes de que haya salido).

Una fuente le dijo al Post que en la grabación se escucha mientras es “interrogado, torturado y luego asesinado”, mientras que otra fuente dijo que se puede escuchar mientras el escritor es golpeado. No está claro si los funcionarios de EUA han visto o escuchado el video o la grabación.

Los saudíes han negado cualquier participación en la desaparición del columnista.

Por otro lado, han dicho al Wall Street Journal que están discutiendo con sus contrapartes estadounidenses decidiendo cómo se debe hacer pública la grabación, ya que al hacerlo revelarán que espían a los consulados extranjeros.

Según informó The Guardian, el Presidente Trump confirmó que su gobierno está investigando la situación, aunque señaló que hay mucho dinero en juego. “No me gusta detener grandes cantidades de dinero que vienen a nuestro país”, dijo. “Están gastando US$110 mil millones en equipo militar que significan empleos en nuestro país”. La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, anunció que el embajador de Arabia Saudita en EUA, Khalid bin Salman, ha regresado a su país.

El embajador es el hermano menor del príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien presuntamente ordenó un complot para regresar a Khashoggi a Arabia Saudita. Khashoggi vivía en Virginia, EUA, y escribía en el Washington Post, columnas muy críticas de la monarquía saudí especialmente sobre su intervención en Yemen.

El príncipe heredero, Mohammed bin Salman, quien ha impulsado una serie de reformas en la teocracia medieval, también ocupa el cargo de Ministro de Defensa, ha sido el promotor de la guerra en Yemen, denunciada en foros internacionales por los bombardeos masivos de civiles. EUA ha suministrado las bombas a Arabia Saudita y ello ahora está siendo cuestionado por parte de senadores demócratas y republicanos.

El conflicto se inició en 2015 presuntamente para poner fin a una guerra civil de años, mediante la instalación de un gobierno aliado (¿títere?) de Arabia Saudita y enemigo de Irán. Pero se les salió de las manos cayendo el país de 27 millones en un caótico espira de violencial sin fin. Datos citados en Wikipedia indican que de marzo 2015 a diciembre 2017, entre 8,670 y 13,600 personas han muerto en la guerra. Esta cifra incluye unas 5,200 civiles. Además, una hambruna producida por el conflicto ha causado más de 50,000 muertos.

Mohammed bin Salman ha colaborado estrechamente con Jared Kushner, el yerno de Donald Trump y arquitecto de la política estadounidense hacia el Medio Oriente.