Hay una fábula algo parecida que incorrectamente se le atribuye a Esopo. Al margen de un río un alacrán pide a un sapo que lo cruce. El sapo dice, ¿y cómo sé que no me vas a picar? Porque yo también me ahogaría, responde de la ponzoña. Pero al llegar a tierra firme, el alacrán le entra un arrebato y acabó al sapo.

Es una historia de traición y maldad irredimibles y, como fábula, algo que contiene todo tipo de matices y complejidades.

Lo que sucedió en Australia carga ciertas semejanzas. En medio de las inundaciones de Queensland, nos dice newsninemsn, que Armin Gerlach vio a un sapo trepado sobre una culebra navegando hacia tierra firme.

Veloz, y sabiendo que esa no hay quien la crea, tomó la foto que aquí publicamos. Dice Gerlach que para los amigos que visitaba en Dalby donde grabó el simpático incidente no fue totalmente extraño. “Mi amigo dice que ha visto zorras y liebres olvidar sus instinctos y colaborar durante desastres naturales”.

Quizás los políticos puedan aprender algo de los otros animales.

Artículo en inglés

Foto Armin Gerlach