Segundo debateEl histórico segundo debate entre candidatos presidenciales en EUA ha demostrado nuevamente (por si hiciera falta este tipo de demostración) el bajo nivel de la campaña 2016 y la lamentable falta de opciones que enfrenta el electorado.

Moderaron Anderson Cooper de CNN y Martha Raddatz de ABC News en un estilo “town hall”, donde el público hizo preguntas pre-seleccionadas.

Durante 90 minutos, en un auditorio en Washington University, en Saint Louis Missouri, el mundo presenció un espectáculo surreal, donde ambos candidatos se lanzaron porquerías mutuamente, frente a una pequeña audiencia que incluía varias mujeres acusadas de haber sido violadas por el marido de Hillary Clinton, candidata de los demócratas.

Tres de estas mujeres Paula Jones, Juanita Broaderrick y Kathleen Willey dicen haber sido víctimas sexuales de Bill Clinton. Broaderrick ha sostenido por años que Clinton la violó.

La cuarta mujer, Kathleen Shelton, fue violada cuando tenía 12 años de edad y Hillary Clinton defendió a su presunto violador, quien se declaró culplable de un cargo menor.

También presentes en la audiencia estaban los cónyuges e hijos de ambos candidatos.

Donald Trump invitó a las cuatro mujeres para mostrar que él no es tan abusivo como el del marido de Hillary Clinton. Con ello quiso parar el desangre que su campaña ha sufrido desde que salió una grabación del 2005 donde hace alarde de besar mujeres sin su autorización, de manosearlas, y usar su reconocimiento de celebridad para básicamente hacer sexualmente lo que le venga en mente.

Dicho en un lenguaje de alcantarilla.

En los días que precedieron el debate, programas de TV se discutía abiertamente si Donald Trump iba a retirarse.

La combatividad que trajo a este segundo debate muestra que tiene la disposición para seguir hasta el último round. Pase lo que pase.

Cuando surgió el tema de la grabación, Donald Trump se medio disculpó, descartando sus propias palabras como lenguaje entre hombres — “locker room talk”. Y básicamente comenzó a acusar a Bill Clinton de abusar las mujeres en la audiencia y a Hillary Clinton de ser la posiblitadora, diciéndole que “debería darle vergüenza”.

Pasados 10 minutos, no se volvió a discutir el asunto y los candidatos siguieron dándose palo.

Trump dice que Clinton lleva 30 años en la política y no ha logrado sino desastres.

Clinton dice que Trump es un mentiroso y abusivo y no tiene ni el conocimiento ni el temperamento para ser presidente.

Para Hillary Clinton, el debate mostró que sus debilidades persisten. El asunto de los correos electrónicos no ha desaparecido. Sus discursos secretos a Wall Street, filtrados a la prensa en días recientes, donde ella afirma que hay que tener una “política pública y otra privada”, debilitan sus argumentos de que representa a los trabajadores. Refuerza la falta de credibilidad que surge constantemente en las encuestas.

El tono agresivo de Trump le va a ganar puntos entre sus partidarios. En palabras que recuerdan a Richard Nixon, prometió que enjuiciaría a Hillary Clinton si él gana la presidencia. En un momento dijo que la metería presa.

Trump le dijo de frente a Hillary Clinton que el desastre en el Medio Oriente es resultado directo de ella y la administración Obama por sus intervenciones en el Medio Oriente.

Culpó a la administración Obama de causar el surgimiento de ISIS.

Nuevamente Trump negó que él hubiera apoyado la guerra en Irak, aunque la evidencia indica lo contrario.

Recordó que Bill Clinton firmó el primer tratado de libre comercio en la década del 90 y este tratado ha resultado en la pérdida de empleos. Dijo que ella va a firmar el Transpacífico.

Trump también atacó a los moderadores, acusándolos de estar en contra de él.

Hillary Clinton dijo que su administración representaría a todos, no solo al estrato más rico. Dijo haber ayudado en la recuperación de New York City de los ataques terroristas. Acusó a Trump de de xenofobia, de no pagar impuestos y de racismo — desde sus promesas de que impediría la entrada de musulmanes a EUA, hasta su papel en el movimiento que cuestionó la nacionalidad americana de Barack Obama.

Donald Trump, quien durante semana y media venía cayendo a pique, entró al debate dispuesto a mantener la ofensiva a todo momento. Hillary Clinton mostró cierto decoro y control sobre su discurso, con muchas líneas preparadas.

Donald Trump había prometido que iba a usar la “opción nuclear”. Lo hizo.

Donald Trump mostró que está dispuesto a arrastrar a Hillary Clinton a una cloaca y fue allí donde terminaron los candidatos.

En lenguaje visual, resoplando al hablar, Trump que le lleva a Hillary Clinton unos 25 cm de estatura, se paseaba ansiosamente acercándose a Clinton, dando la apariencia de un intento de intimidación.

La primera encuesta por CNN da a Hillary Clinton una leve victoria, 47% a 42%.

Porque Trump entró malherido al debate, el que Hillary Clinton no le hubiera dado un golpe de gracia, fue una victoria parcial para él.

Porque Clinton esperaba un ataque con todo el lodo que puede haber acumulado por 30 años de vida pública y lo sobrevivió, fue igualmente una victoria parcial para ella.

Porque son estas las opciones que enfrenta el público, fue una derrota definitiva para el electorado.

 

Tags: