Aunque sea solo el comienzo, la gobernadora Jan Brewer de Arizona finalmente se ha enfrentado a los sectores más extremistas de la legislatura de su estado al rechazar ayer dos proyectos de ley que habían alcanzado su despacho.

Escribe David Schwartz para la Reuters que la gobernadora, quien el año pasado firmó la polémica ley anti inmigrante SB1070, se negó esta vez a aprobar un proyecto de ley que permitiría portar armas de fuego en las universidades, junto con el “birther bill”, la ley que habría exigido que el Presidente Barack Obama y los otros candidatos muestren una serie de documentos, entre ellos certificado de bautismo o de circunsición, que comprueben su ciudadanía antes de que su nombre aparezca en la boleta electoral.

(El movimiento “birther” [de la palabra “birth” o nacimiento] se originó cuestionando la nacionalidad de Barack Obama, y por lo tanto su legitimidad como presidente. Impulsado por el llamado Tea Party dicen que en vez de Hawaii, nació en Kenya, descalificándole de la presidencia ya que solo individuos nacidos ciudadanos pueden ocupar este cargo. Desde hace más de un año el tema se ha discutido marginalmente pero con frecuencia en los medios y, mientras que los sus promotores son considerados extremistas, el impacto de estas acusaciones han filtrado al partido republicano).

La ley sobre las armas en los campus universitarios, dijo la gobernadora, “está descuidadamente escrita y redactada”, señalando que no tiene manera de monitorearse su implementación.

Respecto al “birther bill”, dijo que la ley “iba demasiado lejos”. “Nunca imaginé que me fueran a presentar un proyecto de ley que requiriera a los candidatos presidenciales de la nación más grande y poderosa del mundo que presenten sus certificados de bautismo o de circuncisión”.

Según el Senador demócrata Steve Gallardo, la gobernadora se dio cuenta que estas leyes afectarían negativamente la imagen del estado.

 

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