Bernie_SandersBernie Sanders y sus aliados políticos han lanzado una ofensiva que busca que el partido demócrata adopte algunas de las propuestas programáticas de su campaña, así el senador no logre la nominación. 

Este intento por potenciar su influencia política, indica Nicholas Confessore en una nota en el New York Times, no es nada menos que “una lucha ideológica por el alma del partido demócrata en la era post-Obama”. 

 

Los asesores del Sr. Sanders han estado presionando a los funcionarios del partido con la esperanza de lograr un papel importante en la elaboración de la plataforma para la convención demócrata en julio, con el objetivo de consolidar demandas como un salario mínimo federal de US$15 por hora, romper los bancos de Wall Street y prohibir la extracción de de gas natural mediante el “fracking”.

Las fuerzas del senador Sanders, indica la nota en el Times, están aprovechando su popularidad y buenos resultados en las elecciones primarias con este fin.

Igualmente, Sanders ha utilizado su lista de dos millones de donantes para ayudar las campañas de candidatos progresistas en New York, Nevada y el estado de Washington. 

El debate en el seno del partido enfrenta a Sanders contra el oficialismo demócrata, que ha volcado su apoyo a Hillary Clinton, mediante donaciones en efectivo y los llamados super delegados. En caso de que ella ganara la elección primaria, algo que hasta el momento es el pensar del oficialismo, ella puede bloquear cualquier propuesta que no quiera defender en la elección general. 

Los tres comités que definirán la plataforma del partido para la elección general están llenos de partidarios de Clinton, nombrados por la presidental del partido, la congresista Debbie Wasserman de Florida. Las fuerzas de Sanders tienen solo tres. 

El establishment del partido se encuentra en una posición difícil, agrega el Times. Por un lado, no quieren irse “demasiado a la izquierda” por el otro lado tampoco les interesa alejar a la nueva generación de activistas jóvenes que han apoyado la campaña de Sanders ni la red de donantes. 

En el ocaso de la presidencia del primer afroamericano, en el ala más liberal del partido se ha criticado la línea oficial sobre las relaciones con Wall Street, la política de deportaciones, el sistema de justicia criminal, la violencia policial y los derechos de los trabajadores indocumentados. 

Estos son todos temas que generan gran atracción entre la generación que alcanzó uso de razón política luego de la crisis financiera del 2008. Pero que oponen el oficialismo demócrata temeroso de que podrían resultar siendo lesivas para Hillary Clinton, en caso de que ella sea la candidata, este otoño. 

Suceda lo que suceda, Bernie Sanders hablará al país durante la convención este mes de julio. Y ello tiene nerviosos a muchos demócratas. 

Artículo en inglés

Imagen cortesía DonkeyHotie via Flickr