La Biblioteca John F. Kennedy ha hecho públicas 45 horas de reuniones, llamadas telefónicas y las conversaciones que el presidente grabó en secreto durante los últimos meses de su vida. Desde sus preocupaciones sobre Vietnam a una conversación chismosa sobre Cuba, aquí presentamos algunos de los momentos más fascinantes.
1. Preocupaciones sobre la desigualdades de ingresos: En una conversación con los asesores que podría provenir directamente de la Casa Blanca actual, Kennedy se preocupa por la desigualdad de ingresos y la dificultad de atraer a los votantes jóvenes. “¿Qué es lo que tenemos que vender?”, pregunta el presidente Kennedy a un ayudante en noviembre de 1963. “Esperemos que tengamos que vender la prosperidad, pero para el individuo promedio la prosperidad es igual a cero. No es pobre pero tampoco es muy próspero y no le va a ir muy bien. Y la gente que realmente si lo son nos detestan a más no poder”.
2. Washington aislado del país: Incluso hace 50 años, al presidente le preocupaba la falta de conexión entre Washington, DC, y el resto de la nación. “Tenemos una operación tan mecánico aquí en Washington que se tiene una idea de cuáles son las preocupaciones de la gente”.
3. Grabar la convención demócrata en color. Kennedy en medio de la campaña por su reelección. Discute la convención de 1964, dice que quería que se grabara en color. “¿Deberíamos grabar en color”, pregunta. “¿Se verían en blanco y negro por la televisión? No sé si tal vez pasen en color por la red NBC. Es probable que un millón lo vea en color y esto tendría un efecto. No sé cuánto más caro sea. Sería un tremendo efecto en la convención. El condenado color es una maravilla. Si se hace bien”.
4. Frustraciones por Vietnam: Durante una reunión en septiembre de 1963, Kennedy descargó su frustración sobre los informes contradictorios respecto a la guerra civil en Vietnam. El general Víctor Krulak se mostró optimista, mientras que al mismo tiempo el asesor del Departamento de Estado José Mendenhall dijo que había un gran descontento militar y social.
“¿Fueron ambos al mismo país?”, Preguntó Kennedy. Los funcionarios se ríeron nerviosamente.
“Me refiero a cómo es que se logren resultados tan diferentes -esto no es algo nuevo, es lo que hemos tendio durante tres semanas. Por un lado, los militares dicen que la guerra va mejor y por el otro la opinión política es de un deterioro que está afectando a los militares. ¿Cuál es la razón de la diferencia; me gustaría tener una explicación cuál es la razón por la diferencia”.
5. Tensión con Cuba: En noviembre de 1963, el Secretario de Defensa Robert McNamara, informa a Kennedy sobre una conversación que tuvo con el almirante Hyman Rickover respecto al almirante George Anderson, quien fue jefe de operaciones navales a cargo de implementar el bloqueo naval de EUA contra Cuba durante la crisis de los cohetes. Tiene un poco de chisme, pero indica lo cerca que se estuvo de una guerra total.
“Hablé con Rickover en relación al barco con cargamento nuclear, y mientras estábamos discutiendo, me dijo, ‘Usted sabe que durante la crisis cubana Anderson fue un insubordinado total. Conscientemente actuó de forma contraria a las instrucciones del Presidente’. Pensé que le interesaría saberlo”, dice McNamara a Kennedy.
“Me pregunto a qué se refiere”, dice Kennedy.
“Bueno, yo no quería para preguntar demasiado, yo no quería tener una discusión pero yo estaba, bueno él se oponía”, dice McNamara.
“Él quería hundir un barco”, responde Kennedy.
“Quería hundir un barco. Eso es correcto”.
Kennedy papá: Las cintas nos traen un conmovedor momento del hombre más poderoso del mundo con sus hijos. En un segmento, se puede escuchar a una niña de 6 años de edad, Caroline, y uno de 3 años de edad, John Kennedy (muerto en 1999), jugando fuera de la Oficina Ovalada, mientras que Kennedy está en discusiones con el canciller ruso Andrei Gromyko.
“Sólo abra la puerta hay para saludar a mi hija y mi hijo”, le dice a Gromyko. “Vamos solo un minuto y digamos ‘Hola’. ¿Quieren saludar al ministro? ¿Quiere saludar a John? ”
“Hola, hola”, Gromyko dice mientras los niños entran. “Ellos son muy queridos en nuestro país”.
Kennedy presenta Gromyko, diciendo a John y Caroline de que el jefe de él, Nikita Khrushchev, fue quien les regaló perro. “Su jefe es el que le envió Pushinka. ¿Sabían eso? Ahora ustedes tienen sus cachorros”.
Foto biblioteca John F. Kennedy