Maneras de pronosticar problemas económicosPresentamos, cortesía de nuestros amigos rusos de Actualidad RT, una lista de los más extraños indicadores con que los economistas intentan explicar la gravedad de la crisis.

Anuncios militares. El tono de los anuncios de infantería de marina cambia según las tendencias de contratación. Durante tiempos de vacas flacas, los civiles que no pueden conseguir trabajo son más proclives a alistarse. Pero si mucha gente se inscribe, entonces los infantes de marina endurecen sus anuncios para ahuyentar a los posibles reclutas.

Prostitutas en Letonia. Este índice refleja el funcionamiento de la oferta y la demanda. En tiempos de auge, cuando las mujeres pueden encontrar mejores puestos de trabajo, hay menos prostitutas y los precios por hora suben. Por ejemplo, cuando la economía del país se desplomó, las tasas cayeron hasta los 60 dólares por noche en 2009. Este índice del Báltico es mucho más subjetivo que otros índices de la región.

Ropa interior masculina. Los hombres renuncian a comprar ropa interior nueva para ahorrar dinero en tiempos difíciles. La firma de investigación Mintel estima que las ventas de ropa interior masculina descendieron un 2.3 por ciento en 2009, un fenómeno que no ocurría desde 2003.

Camareras calientes. Cuanto más caliente resulta una camarera, más cerca está la economía al borde del colapso. Durante las épocas de bonanza, las personas físicamente atractivas pueden aprovechar sus encantos para obtener empleos mejor remunerados, por ejemplo como modelos o trabajando en eventos corporativos.

Consumo de cerveza. Los consumidores siempre tratan de ahorrar dinero bebiendo cerveza en casa en lugar de frecuentar bares. En Europa, el 73 por ciento de los empleos ligados a la industria de la cerveza son bares y restaurantes. Desde 2008 hasta 2010, el empleo en la industria de la cerveza cayó un 12% en Europa frente al 2% antes de la crisis.

Cortes de pelo en Japón. En tiempos de opulencia las mujeres tienden a cortarse el pelo, a teñirse, o simplemente a lavárselo con más frecuencia. Durante las recesiones son más propensas a quitarse centímetros adicionales para ahorrarse nuevas visitas a la peluquería. La revista japonesa Nikkei publicó datos que revelan que las mujeres lucían el pelo más corto durante la crisis económica de 1997.

Palomitas de maíz. Para escapar de la realidad y del estancamiento económico, los consumidores acuden a los cines para ver Jason Bourne y Harry Potter, independientemente de la calidad de la película. La taquilla marcó uno de sus años más exitosos durante la recesión de 2009. Si hay una segunda recesión, las ventas de palomitas de maíz volverán a subir.

Hora de cierre de los vendedores de coches. Cuanto más rápido un vendedor de coches descuenta el precio de sus vehículos, más débil resulta la economía. No existen datos reales sobre el horario de cierre, pero los descuentos se incrementaron astronómicamente en 2008, cuando Ford, GM y Chrysler se tuvieron exceso de inventarios.

Juguetes y pinturas para niños en restaurantes. Para proteger los márgenes de ganancia, los restaurantes reducen el tamaño de la oferta gratuita a los niños tales como los lápices para colorear y juguetes. En medio de la recesión de 2009, la cadena de comida rápida Red Robin redujo a la mitad el número de pinturas para los niños.

Pintalabios. Creado por Leonard Lauder, presidente de Estee Lauder, este índice demuestra que en las épocas duras las mujeres recurren al lápiz de labios en lugar de caprichos más caros como bolsos y zapatos. De acuerdo con Investopedia, las ventas de pintalabios se duplicaron después de la recesión tras el 11 de septiembre.

El grosor de las corbatas. Los hombres compran corbatas para parecer que están trabajando duro durante tiempos económicos difíciles. Las corbatas son más finas durante las épocas malas y más vivas cuando la economía comienza a recuperarse.

Velocidad en el retorno de llamadas por parte de contratistas. Cuanto más rápido responde un contratista a sus llamadas, peor va la economía.

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