La planta química que en el estado de West Virginia ha envenenado el agua potable para 300,000 personas no había recibido una visita de inspectores del gobierno desde 1991, informan en The Wall Street Journal Alexandra Berzon y Kris Maher.
Según la nota publicada el domingo en la noche, la planta propiedad de Freedom Industries derramó 7,500 galones de metanol al 4-metil ciclohexano a través de un orificio de una pulgada en un tanque de la semana pasada.
Dice el Journal que el gobierno federal por no inspeccionan las unidades de almacenamiento de productos químicos por encima de la superficie, y el estado de West Virginia todavía no había forzado a Freedom Industries implementar un plan de protección de las aguas subterráneas.
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