La llamada justicia popular con frecuencia conduce a repudiables actos de brutalidad.
Tal es el caso en Bolivia, donde según la BBC, con frecuencia los habitantes responden a su propia manera contra crímenes violentes.
En días pasados, después de que las autoridades identificaran a Santos Ramos de 17 años como sospechoso en la violación y asesinato de una mujer de 35 años en Colquechaca, a 333 km de La Paz, los habitantes lo asesinaron salvajemente.
Dice la BBC que del sepelio de la víctima partió una turba de más de 200 personas a donde estaba Ramos, le capturaron, amarraron y tiraron dentro de la sepultura, al lado del féretro donde yacía la muerta.
Luego, se cubrió de tierra la tumba, enterrando vivo a Ramos.
Los habitantes bloquearon las vías de acceso para impedir la intervención de las autoridades, apunta la BBC.