HIPOPOTAMOS¿Recuerda la historia de Jonás, el personaje bíblico que se lo devoró una ballena? 

Bueno a Paul Templer de Zambia le pasó algo parecido.

Solo que no fue una ballena sino un enorme hipopótamo que se lo tragó casi enterito.

Sobrevivió para narrar su aventura en la serie “Experience” de The Guardian.

El guía de expediciones turísticas recuerda que cayó entre las fauces de un hipopótamo mientras remaba en el río.

“Había un olor horrible, a azufre, como de huevos podridos y sentía una gran presión en contra del pecho. Fue ahí que me dí cuenta que estaba atrapado hasta la cintura en su boca”,

Sentía como parado en algo gomoso, dice.

“El tiempo pasaba demasiado lentamente”, señala.

En un momento, agrega, el animal “enloqueció comenzando a tirarme al aire y agarrarme de nuevo, sacudiéndome ferozmente como un perro con un muñeco”.

Lo arrastró al fondo del río, donde él tenía la certeza de que iba a morir. Sangraba. Finalmente, el hipopótamo lo escupió y otro guía le ayudó.

Asegura que años después, pasando por el mismo lugar del río, vio al mismo hipopótamo quien se acercó a su lancha como para terminar lo que habían iniciado.

Los hipopótamos tienen colmillos para atacar, incisivos para cortar y pequeños molares para masticar.

Más de 40 heridas sufrió Paul Templer a raíz de su encuentro con el hipopótamo que intentó merendeárselo.

Artículo en inglés

Foto: Wikipedia