Informa Reporteros Sin Fronteras que en el año 2015 la libertad de prensa ha sufrido alarmantes deterioros.
“Se explica por las crecientes tensiones políticas en numerosos países, alimentadas por la recesión económica, la incertidumbre sobre el futuro y los repliegues comunitarios”.
Los principales obstáculos son la violencia institucional, el crimen organizado, la impunidad, la corrupción, la concentración de los medios de comunicación y la vigilancia en internet, señala en su clasificación anual.
México, Colombia y la mayoría de los países de Centroamérica padecen los estragos del crimen organizado: cárteles, grupos paramilitares y narcotraficantes. El trabajo de investigación es peligroso en estos países –en ocasiones, incluso imposible–, frente a la determinación y el grado de violencia que se alcanza, que va hasta las decapitaciones.
México, clasificado como número 149 en la lista de la organización, se distingue por los asesinatos de periodistas, crímenes relacionados con la corrupción y el narcotráfico.
Destaca también el deterioro de El Salvador, por la existencia de los carteles, la corrupción y la administración de Salvador Sánchez Cerén, quien luego de asumiar el poder en 2014 “por cierto acusó a los medios de comunicación de participar en una ‘campaña de terror psicológico’ contra su gobierno.
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Sobre Panamá, señala que “la cobertura de temas delicados, como la corrupción, da lugar a procesos legales por difamación”.
La peor situación la enfrentan Cuba y Venezuela, dice el informe.
Elogia a Costa Rica, clasificada sexta en el mundo, donde “una legislación muy favorable para la prensa y un verdadero reconocimiento de la profesión periodística.
