Con 548 delegados en juego, la primaria demócrata en California el 7 de junio es de crucial importancia tanto para la campaña de Bernie Sanders como para la de Hillary Clinton.
Las últimas encuestas los ponen dentro del margen de error.
Para Hillary Clinton y el oficialismo del partido demócrata, el plan ideal sería anunciar, tras una serie de victorias ese día, que ponen la candidata tiene los delegados suficientes para la nominación. Esto lo piensan hacer alrededor de las 7pm horario del este, luego de coronar una victoria anticipada en el estado de New Jersey.
Pero Hillary Clinton solo podrá lograr el número mágico al incluir a los superdelegados en la cuenta. (Los superdelegados no han sido elegidos en ninguna de las primarias, y ello constituye un punto de contención ya que el campo de Sanders argumentará que es un básicamente una maniobra burocrática para amañar los resultados).
Por esta razón, Clinton necesita ganar claramente en California. Además, tras una serie de derrotas en las últimas primarias, una serie de victorias esta semana (el domingo logró Puerto Rico y los territorios de las Islas Vírgenes) sería cerrar con broche de oro.
Ahora bien, si Sanders gana en California, el estado de mayor población en el país, él y sus partidarios seguirán argumentando que el electorado demócrata no ha elegido a Hillary Clinton.
El Wall Street Journal en una nota por Peter Nicholas hoy dice que existen dos puntos de opinión en el equipo de Sanders, cuya campaña insurgente contra el oficialismo demócrata ha sido la más efectiva en tiempos recientes.
Tad Devine, estratega demócrata quien en el pasado asesoró las campañas de Al Gore y John Kerry, considera que el 7 de junio, si no ganan California, sería el momento para cerrar la campaña y comenzar a unir a los partidarios en contra de Donald Trump.
Pero Jeff Weaver, quien ha trabajado con Sanders desde la década de los 80, difiere y afirma que el resultado de California no debe determinar si seguir o no con la campaña.
El plan, tal cual el senador lo ha descrito, es seguir después del martes y mantener la energía de la campaña hasta la convención y presentar a los superdelegados el caso de que el Senador Sanders es la mejor apuesta para derrotar a Trump”, dijo. “La trayectoria es la misma sin que importen los resultados en California.
Algo similar discute Gabriel Debenedetti en POLITICO.
Los resultados determinarán la ruta a seguir en las siete semanas que preceden la convención, indican altos asesores y reconocidos partidarios de Sanders. El puede seguir luchando por la nominación o comenzar a enfocar en las políticas del partido y los cambios en la plataforma que quiere implementar.
Muchos en el campo Clinton han comenzado a presionar al Sanders para que se retire. Lo ideal, indican informes, sería una salida “elegante”, que logre canalizar el apoyo de los “Sanderistas” hacia Clinton, lo cual no es demasiado dada la enorme desfavorabilidad de la candidata.
¿Qué ha dicho el mismo Sanders?
El martes por la noche, el día 7, vamos a escuchar a los medios de comunicación asegurando que Hillary Clinton ha recibido los 80 o 90 delegados que sin duda recibirá de New Jersey y otros estados, y entonces los medios van a decir que el proceso primario ha concluido, que Hillary Clinton ha ganado.
El Comité Nacional Demócrata dirá que esto no es objetivamente correcto. La verdad es que ninguno de los candidatos — ni Hillary Clinton ni Bernie Sanders — habrá recibido el número necesario de delegados comprometidos, es decir, delegados reales por los que que la gente puede votar. Ninguno de los candidatos habrá recibido el número de delegados comprometidos necesarios para obtener la candidatura de los demócratas. Esto esto significa que los superdelegados serán las personas que determinan quién es el candidato.
Los medios de comunicación han cometido un error cuando agruparon a los superdelegados con el número de delegados. Los delegados comprometidos son reales. La Convención Nacional Democrática será una convención dividida.
El miércoles por la mañana sabremos mucho más.
Más información en inglés The Wall Street Journal
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