TelefonoPara los criminales es hora de espabilarse porque la tecnología avanza a pasos agigantados.

El cable oculto, que el espía o informador del gobierno se amarraba al pecho, ha quedado completamente obsoleto.

La nueva tecnología, escribe Wendy Rutherman en el New York Times, es ligera y muy poderosa, como se vio en la Gran Manzana la semana pasada cuando las autoridades capturaron a un grupo de políticos acusados de confabular para arreglar los resultados de la próxima elección para alcalde.

Antes de aceptar un soborno de 25,000 dólares, el político Vincent Tabone requisó al agente encubierto del FBI, según indica la denuncia penal.

Sobra decir que Tabone no encontró ningún alambre: ahora son demasiado pequeños.

En la época de la Guerra Fría, eran armatostes que pesaban unas 10 libras y estaban conectados a una grabadora de cinta a cinta la cual era monitoreada desde una camioneta cercana .

Eran fáciles de detectar, dice el Times.

“Una vez que te encontraban un alambre estabas muerto”.

Hoy en día, los dispositivos son más pequeños que una unidad flash de memoria y pueden grabar vídeo y sonido a través de la ropa, explica.

Como dijo Carlos Matos, un político de Filadelfia que se declaró culpable de soborno en el 2010, después de haber desnudado y requisado a un contratista, “Yo no tenía ni idea de lo retrasado que andaba en cuanto a la tecnología”. 

Artículo en inglés