Para aquellos que tienen la piadosa costumbre de remojar sus dedos en agua de la iglesia para luego santiguarse, ojo: ¡Podría estar llevando todo tipo de bacterias (entre ellas materia fecal) a su rostro!
Expertos del Instituto de Higiene e Inmunología Aplicada de la Universidad Médica de Viena analizaron 18 bautisterios en diversos momentos del año y lo que encontraron le va a ponerle a rezar. Para que no se haya contagiado.
El 86 por ciento de las muestras del agua de las iglesias contiene materia fecal y en cada mililitro de agua bendita hay hasta 62 millones de bacterias. Ninguna de ellas buena para su salud física.
Como es de esperar, mientras más concurrida la iglesia, mayor la porquería: Cada fiel que allí remoja sus manos va dejando su pecado original y propio.
Además de la bacteria E. coli y enterococos, el sagrado sitio contenía Campylobacter, que puede causar diarrea inflamatoria.
Gracias: Jessica Chasma, Washington Times
Foto cortesía Brokentaco via flickr
