La coalición binacional Caravana por la Paz recorre de costa a costa los Estados Unidos con el objetivo principal de humanizar el debate político sobre la guerra contra las drogas y sus estragos sociales tanto en México como en la Unión Americana.

Animal Político presenta un recuento de la tercera semana del histórico recorrido donde los participantes han pasaron por los mismos sitios donde durante los años 60 se libró la lucha por los derechos civiles de la población afroamericana en EUA.

Lunes 27 – Houston, Texas. Texas ocupa el primer lugar entre los estados de la Unión Americana con el mayor número de armas decomisadas en la guerra contra las drogas; y a nivel estatal, Houston es la ciudad con el mayor número de armas vinculadas a hechos sangrientos en México.

Por ello, a su paso por la ciudad tejana la Caravana llevó a cabo una acción directa y simbólica, al destruir un “cuerno de chivo” AK 47 y una Magnum 357.

Luego, víctimas de la violencia encapsularon las armas en cemento.

La pistola fue adquirida por una persona sin residencia estadounidense y con acento extranjero, en menos de 5 minutos.

El viaje programado hacia Nueva Orleans se canceló debido al huracán Isaac. La caravana tomó ruta hacia Jackson, Mississippi.

Martes 28- Jackson, Mississippi. La capital y ciudad más poblada del estado de Mississippi fue uno de los escenarios fuertes del movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos durante la década de los sesenta.

La caravana realizó un encuentro con líderes de la comunidad afroamericana de Jackson en el capitolio estatal con la meta de crear un movimiento común de protesta entre las comunidades latina y afroamericana, pues comentaron, son segregadas de la misma manera.

Sicilia mencionó que el negocio de las cárceles está basada sobre dicha segregación y está ligado a la guerra contra las drogas. Para él, esta guerra es una política de estado y no de gobierno en el sentido que hasta los gobiernos demócratas siguen con ella.

Miércoles 29 – Montgomery, Alabama. La caravana cruzó el puente Edmund Pettus, uno de los escenarios clave de la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en los años 60.

El lugar fue escenario de las marchas por el derecho al voto de Selma a Montgomery (la capital del estado) durante la cúspide política y emocional del movimiento, con el apoyo de organizaciones estudiantiles, de derechos civiles y de Martin Luther King Jr.

Durante ellas, el entonces presidente Lydon Baines Johnson entregó al Congreso un proyecto de ley, que cinco meses más tarde se convertiría en la Ley de Derecho al Voto de 1965, que prohibió las practicas discriminatorias en el derecho al voto a los afroamericanos en Estados Unidos.

La caravana cruzó el puente a pie para simbolizar la convergencia de las diferentes luchas por los derechos civiles, humanos y el fin de la guerra contra las drogas.

Jueves 30 – Atlanta, Georgia. La comunidad de Atlanta, ciudad de nacimiento de Martin Luther King Jr, recibió a la Caravana frente a la tumba del máximo líder del movimiento civil afroamericano.

Tras depositar una ofrenda floral frente al monumento, la Caravana emprendió una marcha hacia el Capitolio estatal para concentrarse ahí y escuchar algunos discursos.

Los acompañaron representantes de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) y de LEAP, una organización conformada por policías actuales y en retiro, funcionarios de gobierno y otros agentes de las fuerzas armadas en contra de la prohibición de las drogas y de la actual “Drug War”.

Viernes 31 – Fort Benning, Georgia. Tras desayunar en la iglesia Trinity Presbyterian en Atlanta, la Caravana visitó la Escuela de las Américas (SOA, School of the Americas o Western Hemisphere Institute foro Security Cooperation, WHINSEC) en Columbus Georgia.

Se trata de una academia militar y famosa por entrenar a personas que se han distinguido por violar los derechos humanos.

Aún quedan cinco ciudades en la ruta de la Caravana por la Paz.

Su última parada está planeada para el 12 de septiembre, el Día Internacional de Acción, en la ciudad de Washington, D.C.

Más de 80 organizaciones civiles estadounidenses apoyan al movimiento, mismas que han apoyado y sustentado a los integrantes de la Caravana durante su estancia en el país vecino.

Con información de Uscaravana y Caravanforpeace.

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