Un tribunal de Bangladesh acusó el martes de homicidio a dos dueños y cuatro supervisores de las fábricas donde 112 trabajadores murieron en un incendio en sus instalaciones en 2012, informa una nota de la Associated Press que publica el Washington Post.
Los seis han huido y la justicia de la nación ha dicho que si no regresan en febrero podrían ser juzgados en ausencia.
De ser declarados culpables, podrían enfrentar cadena perpetua, indica.
De acuerdo con los investigadores del incendio, los guardias de seguridad dijeron a los trabajadores que las llamas eran sólo parte de un simulacro de incendio.
Estos son los primeros cargos en el país para los propietarios de fábricas de prendas de vestir, a pesar de una serie de desastres mortales que arrojó luz sobre las políticas de seguridad laxas del país.
En un incidente separado en abril, 1,100 trabajadores murieron cuando un edificio de la fábrica se derrumbó, dice.
Por otro lado, Jin Yardley informa en el New York Times que muchas de las grandes marcas, como Mango, que se benefician de la mano de obra barata en Bangladesh han encontrado maneras de evitar responsabilidad por la falta de seguridad en los centros de trabajo.
Más información en inglés Washington Post
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