El misterio de Etan Patz, desaparecido en 1979, sigue sin resolverse.
Hace cuatro meses, Pedro Hernandez de New Jersey confesó haber asesinado al niño de 6 años en una bodega en SoHo y haber colocado su cadáver con la basura.
Hernández trabajaba en un edificio en el vecindario donde Etan Patz vivía.
Ahora, como informan Laura Italiano y Jamie Schram en el New York Post, las autoridades no han logrado reunir suficiente evidencia que compruebe que Hernández, quien ha sido diagnosticado con esquizofrenia y trastorno bipolar, fue el autor del crimen.
Dice el Post que las autoridades neoyorkinas han entrevistado a toda persona que conociera a Hernández, examinado su casa y todos los computadores a los que pudo tener acceso, y siguen sin convencerse.
Lo único que podría llamar la atención es una caja de calzoncillos de niño marca Fruit of the Loom, un par de pantalones cortos de niño y un carrito de juguete: ninguno de ellos contiene el ADN de Patz, o cualquier vínculo con él, dice el Post.
“Las expectativas de los investigadores fueron que la confesión — y los testigos que dijeron que Hernández había admitido emocionadamente haber asesinado al niño en New York — bastaran para que se formulen cargos criminales.
“Pero la evidencia actual no es lo suficiente sólida para lograr una condena en un juicio, los investigadores han dicho”.
