Celestino VLa renuncia del papa Benedicto XVI ha despertado interés en los contados (con los dedos de una mano) jerarcas del catolicismo que han dejado vivos su cargo en los casi 2,000 años de la institución.

El último fue Gregorio XII, en el año 1415 — su renuncia fue forzada por las luchas intestinas que en aquellos años se libraba en la iglesia.

Antes de él — y el único papa que renunció voluntariamente — había sido Celestino V, un monje ermitaño que jamás había tenido el menor deseo de ser papa, según informa Philip Reeves en un reportaje en la radio pública NPR.

Pietro del Morrone era su nombre de pila y había vivido la mayor parte de su vida durmiendo en una cueva.

Pietro se flagelaba, dice NPR. “Es la creencia de que el dolor distrae la mente de las tentaciones mundanas y la dirige hacia el señor. Llevaba una camisa de pelo de caballo y una faja de hierro”, causándole llagas que regularmente le hacían sangrar.

Fue un papa “accidental”, dice NPR.

A la muerte de Nicolás IV en el 1292, e incapaces de lograr consenso tras dos años, algunos cardenales decidieron llamarlo.

Enviaron a su cueva un mensajero a caballo, quien le anunció que había sido elegido papa.

“Era viejo y pensaron que podrían manipularle fácilmente”, dice. 

Comenta Eamon Duffy, professor de la historia del cristianismo en Cambridge y autor de un libro sobre los papas, que “Fue un papa lamentable.

“Desde un comienzo era demasiado débil. Además, estaba bajo la influencia del rey de Sicilia y nombró una serie de cardenales títeres”.

Tampoco tenía capacidades administrativas. Al cabo de cinco meses renunció.

Dice NPR que el documento que legalizó la renuncia de Celestino — y que sirve de base legal para la actual renuncia de Benedicto XVI — fue redactado por un cardinal que llegaría a ser Bonifacio VIII.

Hoy día, los restos de Celestino V descansan en la Basilica de Santa Maria di Collemaggio Basilica, en L’Aquila, en un féretro de cristal, con una cabeza de cera.

El veredicto de la historia no ha sido generoso con Celestino V, dice NPR.

Algunos dice que en el Canto III del infierno, Dante le denuncia: Después de haber reconocido a algunos/me fijé más y conocí la sombra de aquel/que miserable hizo la gran renuncia.

A Bonifacio, dice NPR, “le preocupaba la idea de dos papas vivos y temía que la gente podría apoyar a Celestino. Así que ordenó que lo arrestaran, encarcelaran en un castillo. Poco después murió Celestino”.

Eso fue hace 619 años.

Artículo en inglés

Foto: Wikipedia